ESCRITO POR: María Lucía Gomez Pineda
En tiempos antiguos, había un niño llamado Juli. Bueno, así le decían de cariño, pero su verdadero nombre era Julián. Era muy simpático, creativo y lindo.
De repente, un día cogió un pedazo de papel y pensó, "¡voy a hacer una cometa, para que vuele muy alto!". Entonces recortó un cuadrado en el papel, le puso unos hilitos en los lados, para decorarla; luego, amarró una pita muy larga en la punta de la cometa. Quedó lista.
Por último, salió con su cometa nueva al parque. Allí se encontró con su amiga Jennifer y empezaron a volar muy felices la cometa.
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