jueves, 23 de junio de 2011

El cerdito y el sapo

ESCRITO POR: Maria José Fino Medina

Un día en su casa, había un cerdito que era muy perezoso y se dormía cada noche y cada día porque no tenía nada más que hacer. Era muy perezoso porque no trabajaba ni estudiaba, así que todo el tiempo de todos los días se la pasaba durmiendo.


Una mañana, el cerdito perezoso se estaba bañando en el lago y se encontró a un sapito que se veía muy feliz. De repente, el sapito salió del agua muy asustado porque venía un tiburón, que de un mordisco se comió al cerdito.

Moraleja: No debemos ser perezosos porque nos perdemos lo emocionante y lo divertido de la vida.


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