Salí de mi casa y vi una gran roca,
bonita, chiquita, pequeña y hermosa;
de un tono blanquito con machas grisosas
la alcé y la puse al lado de mi gaseosa.
De pronto chispea,
se rompe la botella
se hace un reguero
se choca una estrella.
Sacando una pala la llevo al jardín
la dejo en el suelo
al lado de mi maletín.
Mi amigo TinTin, que se puso triste
al ver la roquita tirada en el suelo
la puso en una jaula, la llámó Consuelo.
La llevó a su casa, le puso ropa,
le puso pelo, le puso ojos
le puso boca,
le dio bocachico, tirándola al suelo.
Qué alivio sentí al librarme de ella
pues ¿qué pasó? ¡Me rompió la botella!
Me puse las gafas, me puse al sol,
me metí a la piscina, comi ducle y algodón.
Y así termina esta delicada historia
TinTin con su amiga Consuelo,
que es una roca.
Mi vida seguí disfrutando normal
y de esta historia mucho aprenderás.
Si encuentras una roca, no la dejes ahí
échala a la basura y viene su fin.
Esta delicada y linda historia
ya va a terminar,
pues a TinTin una botella le hizo regar
y el fin ya se acerca, ¡adios, ya me voy, fin!
felicitaciones a la niña que escribió esto. Muy bueno. me gusta.
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