jueves, 27 de octubre de 2011

La princesa y el gatito travieso

ESCRITO POR: María Camila Becaría Rodríguez

Había una vez una princesa que tenía un gatito que le gustaba hacer travesuras; era un gatito juguetón y muy cariñoso con la princesa. Un día se salió corriendo al bosque sin su permiso. Corrió y corrió sin rumbo, jugando de árbol en árbol; cuando llegó la noche se sintió perdido en el bosque. Mientras la princesa en su castillo echaba de menos al gatito, extrañaba su compañía y sus cariños.



Paso la noche y el gatito durmió en la copa de un árbol del cual de manera inesperada cayó. En el corazón de la princesa sentía un presentimiento de que el gatito le había pasado algo. Salió en busca del gatito, caminó y caminó cuando lo vio en el suelo con su patita herida, le exclamó- ¡Gatito! ¿por qué sales sin permiso? eres muy frágil ante los animales del bosque; te quiero mucho y no quiero que te pase algo. - El gatito apenado maullaba y maullaba.



Al regresar a la casa, el gatito se puso muy feliz de estar de regreso, se sentía contento y protegido por la princesa: en la casa recibía amor, cariño, comida, una camita alocadita a los pies de la princesa y lo necesario para vivir lejos de los peligros del bosque. Después de lo ocurrido, la princesa sabía que el gatito no lo volvería a hacer y eso le daba tranquilidad, el gatito había aprendido la lección.





Y colorín colorado este cuento ha terminado
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